Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

Aranceles al acero y aluminio se disparan al 50% tras decreto de Trump. Impacto global y tensiones internacionales. ¡Lee más!

El pasado 3 de junio de 2025, el mundo se conmocionó con la decisión del presidente Donald Trump de aumentar drásticamente los aranceles a las importaciones de acero y aluminio. El decreto, firmado en Washington D.C. y anunciado con bombos y platillos en una planta de U.S. Steel en Pensilvania, elevó la tasa del 25% a un impactante 50%, entrando en vigor al día siguiente. Esta medida, justificada por Trump como necesaria para proteger la industria nacional y la seguridad económica de Estados Unidos, ha desatado una guerra comercial sin precedentes.

La firma del decreto contó con la presencia de ejecutivos de U.S. Steel y representantes de la inversión japonesa en la compañía, mientras que las reacciones internacionales no se hicieron esperar. Maros Sefcovic, Comisario europeo de comercio, expresó su profunda preocupación, mientras que Xi Jinping, presidente de China, condenó la medida como un acto de proteccionismo agresivo. No hubo declaraciones públicas directas de Trump más allá de las ofrecidas en el evento en la planta de Pensilvania.

El anuncio, realizado en una planta de acero estadounidense en medio de una inversión japonesa en la empresa, se convirtió en un símbolo del proteccionismo económico de la administración Trump. El aumento de aranceles afecta directamente a países como Canadá, México, China, la Unión Europea, Brasil, Corea del Sur, Vietnam, Emiratos Árabes Unidos y Rusia, generando una fuerte tensión en las relaciones internacionales. Las negociaciones con la Unión Europea se encuentran estancadas, mientras que las acusaciones mutuas de incumplimiento comercial con China agravan la situación.

Esta decisión radical de Trump intensifica la guerra comercial, amenazando con desestabilizar los mercados globales y dañar las economías de países aliados y rivales. Las consecuencias a largo plazo son aún inciertas, pero el aumento de precios, la reducción del comercio y las posibles represalias comerciales podrían tener un impacto devastador en la economía mundial. La medida refuerza la imagen de Trump como un líder proteccionista y aislacionista, con un enfoque "América Primero" que prioriza la seguridad nacional por encima de la cooperación internacional.