Por: Miguel Angel Trujillo

En Colombia, la similitud en los síntomas de fiebre amarilla, dengue y malaria está complicando el diagnóstico médico, lo que aumenta el riesgo de tratamientos inadecuados.

La fiebre amarilla, el dengue y la malaria, enfermedades prevalentes en las zonas tropicales de Colombia, comparten síntomas alarmantes como fiebre alta, dolor muscular y fatiga extrema. Estos signos pueden aparecer de 1 a 3 semanas después de la exposición al agente patógeno, lo que requiere una vigilancia médica constante y especializada para su correcto diagnóstico.

El reconocido infectólogo colombiano, Dr. Cortés, ha emitido una advertencia sobre los peligros de la automedicación en casos de fiebre, destacando la importancia de una evaluación profesional. "El dengue, por ejemplo, puede manifestarse inicialmente con síntomas que confunden incluso a los expertos", explicó el Dr. Cortés, quien también señaló que la fiebre amarilla puede llevar a síntomas más severos como ictericia y complicaciones gastrointestinales.

El proceso de diagnóstico es complicado y requiere de análisis clínicos para confirmar la enfermedad específica. Este desafío se agrava en áreas donde el acceso a centros de salud especializados es limitado. La situación es especialmente crítica para adolescentes y jóvenes, quienes pueden experimentar formas graves de estas enfermedades sin síntomas claros, aumentando el riesgo de complicaciones severas o incluso la muerte.

La recomendación médica es clara: ante síntomas persistentes y especialmente después de visitar áreas de alto riesgo, es crucial buscar atención médica inmediata y evitar la automedicación. Mantenerse hidratado y reportar cualquier desplazamiento reciente a zonas endémicas son pasos fundamentales para un tratamiento adecuado y oportuno. La prevención y la educación continúan siendo herramientas clave en la lucha contra estas enfermedades mortales.