Por: Juan Manuel Esquivel Gutierrez

Tras un violento incidente en el estadio Sierra Nevada, Unión Magdalena anuncia severas restricciones para sus hinchas, en un intento por salvaguardar la seguridad y la integridad del fútbol.

El reciente partido de Unión Magdalena contra Once Caldas, que se jugaba en el estadio Sierra Nevada de Santa Marta, terminó en un escándalo mayúsculo. A solo diez minutos de concluir el encuentro, correspondiente a la fecha 17 de la Liga BetPlay, un grupo de hinchas del equipo local irrumpió en el campo, provocando la suspensión del juego. Este acto de violencia no solo afectó el desarrollo del partido sino que también puso en riesgo la seguridad de los presentes, incluyendo al director técnico Hernán Darío Herrera y a un recogebolas, ambos agredidos durante el tumulto.

En respuesta a estos lamentables sucesos, la dirigencia de Unión Magdalena no tardó en manifestar su repudio a través de un comunicado oficial. En el texto, el club identificó a algunos de los presuntos responsables y anunció medidas inmediatas para prevenir futuros incidentes. Entre estas medidas se incluye la prohibición de ingreso a ciertas barras organizadas conocidas por sus comportamientos violentos, así como restricciones al uso de instrumentos musicales y banderas grandes en las tribunas.

Durante la invasión del campo, las cámaras captaron a varios aficionados lanzando objetos y enfrentándose con las fuerzas de seguridad, que luchaban por restablecer el orden. Este caos no solo interrumpió el partido sino que también dejó una mancha en la reputación del club, que ya enfrenta una dura lucha contra el descenso.

Estas decisiones, aunque necesarias para garantizar la seguridad, podrían intensificar la tensión entre la directiva del club y una parte de su afición. En un momento crítico para el equipo, la unidad y el apoyo de todos los seguidores son esenciales. Sin embargo, las medidas restrictivas podrían alienar a algunos hinchas en un tiempo donde el respaldo es más necesario que nunca. La Dimayor, por su parte, aún debe pronunciarse sobre las sanciones que enfrentará el club, lo que añade una capa más de incertidumbre al futuro inmediato de Unión Magdalena.