Por: Gustavo Puentes

En un giro dramático, el presidente de EE.UU. anunció un cese al fuego total entre India y Pakistán, mediado por Washington, tras meses de violentos enfrentamientos.

El conflicto en la región de Cachemira ha escalado peligrosamente desde abril, con un saldo de más de 60 muertos debido a un intercambio continuo de ataques con misiles y drones. La situación se agravó tras un ataque terrorista en India que mató a 26 turistas, provocando fuertes represalias por parte de ambos países.

El presidente de Estados Unidos, en un anuncio que sorprendió al mundo, declaró el éxito de las negociaciones mediadas por su administración, que culminaron en un acuerdo de cese al fuego entre los dos países rivales. La intervención de EE.UU. fue clave, con la participación activa del secretario de Estado, Marco Rubio, quien junto a líderes de ambos países, trabajó incansablemente en la resolución del conflicto.

Los diálogos, que comenzaron el 8 de mayo, contaron con la presencia de Shehbaz Sharif, primer ministro de Pakistán, y Subrahmanyam Jaishankar, ministro de Exteriores de India. Según fuentes cercanas a las negociaciones, las conversaciones fueron intensas y prolongadas, extendiéndose a través de una larga noche de deliberaciones.

Este cese al fuego no solo busca poner fin a los recientes enfrentamientos, sino también sentar las bases para una paz duradera en una de las regiones más volátiles del mundo. Aunque el acuerdo es un paso significativo, los analistas advierten que el camino hacia una resolución completa del conflicto es complejo y lleno de desafíos. La comunidad internacional mantiene la esperanza de que este sea el principio del fin de décadas de hostilidades.