Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

En vísperas de la crucial votación, el Gobierno de Petro respalda consulta y apelación sobre reforma laboral, generando un clima de alta tensión política.

El 14 de mayo de 2025, Colombia se encontraba al borde de un cambio significativo en su política laboral. El Gobierno de Gustavo Petro, en un intento por avanzar con su propuesta de reforma laboral, respaldó dos estrategias distintas: una consulta popular y una apelación al hundimiento de la reforma en el Congreso. Esta dualidad de caminos refleja la complejidad y la división existente dentro del panorama político nacional.

El Ministro del Interior, Armando Benedetti, fue la voz del Gobierno en el Congreso, argumentando que la consulta popular y la apelación son "dos caminos para llegar a la reforma laboral". Por otro lado, figuras como el senador Fabián Díaz del Partido Verde, impulsaron la apelación, buscando revivir el proyecto legislativo sin pasar por la consulta. Este escenario reveló las fracturas y alianzas dentro del legislativo, poniendo en evidencia la lucha de poderes y la influencia de diversas facciones políticas.

La jornada estuvo marcada por debates intensos y estrategias de último minuto. Mientras algunos sectores, como el Partido Liberal, criticaron la consulta por considerarla innecesaria y costosa, otros, como el Partido de la U, vieron en la apelación una oportunidad para acelerar la implementación de la reforma. Este choque de visiones generó un ambiente cargado de expectativas y especulaciones sobre el resultado de la votación.

La decisión de apoyar simultáneamente la consulta popular y la apelación al hundimiento de la reforma laboral pone en relieve la urgencia del Gobierno de Petro por concretar cambios significativos en el ámbito laboral, pero también expone la incertidumbre y los desafíos que enfrenta para alinear a las diversas fuerzas políticas. El resultado de estas votaciones no solo determinará el futuro de la reforma laboral en Colombia, sino que también podría marcar un punto de inflexión en la relación entre el Ejecutivo y el Congreso, con implicaciones profundas para la estabilidad política del país.