Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

En un acto sin precedentes, Neiva se convierte en el epicentro de protestas contra los recientes asesinatos de militares y policías en Colombia, congregando a veteranos y reservistas.

El 5 de mayo de 2025, las calles de Neiva fueron testigo de un masivo plantón nacional. Esta manifestación, convocada por grupos de veteranos y la reserva activa, busca llamar la atención sobre la creciente violencia que afecta a los miembros de las fuerzas armadas y de policía en Colombia. El evento, marcado por un profundo sentimiento de injusticia, ha reunido a cientos de personas, incluidos familiares y amigos de las víctimas, quienes exigen acciones concretas para proteger a sus seres queridos.

Entre los participantes se encontraban figuras destacadas como el general retirado Luis Méndez, quien compartió emotivas palabras: “No podemos seguir permitiendo que nuestros protectores sean blanco de ataques. Hoy, más que nunca, necesitamos unidad y acciones firmes para garantizar su seguridad”. Estas declaraciones resuenan en un ambiente cargado de pancartas y consignas que claman por justicia y medidas efectivas contra los perpetradores.

La manifestación se desarrolló pacíficamente, aunque con momentos de alta emotividad. Los organizadores del plantón explicaron que el evento no solo busca rendir homenaje a los caídos, sino también presionar a las autoridades para que se fortalezcan las estrategias de seguridad y se mejore la protección de los miembros del servicio en todo el país. Además, se realizaron actos simbólicos como la colocación de flores y velas en memoria de los fallecidos.

Este plantón podría marcar un punto de inflexión en la forma en que se aborda la seguridad de los militares y policías en Colombia. Expertos en seguridad nacional advierten que sin un cambio significativo en las políticas y en la percepción pública, los ataques podrían continuar, desestabilizando aún más la situación de seguridad en el país. La comunidad espera que este evento no solo sea un momento de luto, sino también un catalizador para el cambio que garantice que tales tragedias no se repitan.