Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

Helí Mejía Mendoza, alias ‘Martín Sombra’, ex guerrillero de las FARC y custodio de secuestrados notorios, falleció en Bogotá.

Conocido como uno de los guerrilleros más brutales de las extintas FARC, Helí Mejía Mendoza, mejor conocido por su alias ‘Martín Sombra’, murió a los 67 años en el hospital El Tunal en Bogotá. Su vida estuvo marcada por actos de violencia extrema, incluyendo la creación de jaulas de alambre de púas para los secuestrados y el entrenamiento de menores en tácticas de supervivencia extrema.

‘Martín Sombra’ fue el carcelero de figuras como Ingrid Betancourt y Clara Rojas durante su cautiverio en la selva colombiana. Bajo su vigilancia nació Emmanuel, hijo de Clara Rojas, en condiciones inhumanas. Su historia está profundamente entrelazada con la de los líderes guerrilleros más conocidos, respondiendo directamente a Manuel Marulanda ‘Tirofijo’ y ‘Mono Jojoy’.

Durante su carrera en las FARC, Mejía fue responsable de aproximadamente 1.500 crímenes, incluyendo secuestros y torturas. Reveló detalles escalofriantes de sus actos ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), lo que ayudó a esclarecer numerosos casos aún sin resolver. Sus métodos incluyeron las infames "caminatas de la muerte", donde los secuestrados eran forzados a marchar por días para evadir a las fuerzas armadas.

La muerte de ‘Martín Sombra’ no solo cierra un capítulo oscuro en la historia del conflicto armado en Colombia, sino que también reaviva los recuerdos de las atrocidades cometidas bajo su mando. Aunque su confesión ante la JEP contribuye a la memoria histórica del país, las heridas que dejó en sus víctimas y en la sociedad colombiana son profundas y difíciles de sanar. Este evento subraya la continua necesidad de justicia y reconciliación en Colombia, recordándonos las consecuencias duraderas de una guerra que dejó cicatrices en toda una nación.