Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

Millones de pesos llegan a 10.185 adultos mayores desplazados del Catatumbo en Cúcuta. Prosperidad Social entrega ayuda extraordinaria, ¡pero cuidado con las trampas!

En medio de la crisis humanitaria que azota al Catatumbo, Norte de Santander, y zonas aledañas, el Gobierno Nacional, a través de Prosperidad Social, ha anunciado una inyección económica vital para sus habitantes más vulnerables: los adultos mayores víctimas del desplazamiento. Esta iniciativa, amparada en el Decreto 0323 de 2025, busca paliar los estragos de la violencia y el conflicto armado. La entrega de recursos se inició el 4 de junio en Cúcuta.

La directora encargada de Prosperidad Social, Carolina Hoyos, confirmó la entrega de la segunda transferencia especial a 10.185 beneficiarios, con una inversión total de 2.342 millones de pesos. Hoyos recalcó la importancia de este apoyo y advirtió sobre posibles estafas. "Este beneficio es otorgado directamente por el Gobierno y no requiere inscripciones ni intermediarios", afirmó enfáticamente la funcionaria. Se enfatizó que quienes reciben el programa Colombia Mayor no son elegibles para esta ayuda extraordinaria.

El proceso de selección se basó en criterios estrictos: ser mayor de 60 años y víctima de desplazamiento forzado o confinamiento en las zonas afectadas (área metropolitana de Cúcuta, Río de Oro y González, Cesar). La ayuda se entregará a través de transferencias bancarias o giros a cargo del Banco Agrario, según un cronograma definido. Se aconseja a los beneficiarios presentarse con su documento de identidad original y seguir las instrucciones del banco. Este programa contempla hasta 10 transferencias por beneficiario, con un máximo de 230.000 pesos por transferencia.


Esta iniciativa, aunque positiva, no soluciona el problema de raíz. La ayuda económica es un paliativo ante una crisis humanitaria profunda que requiere soluciones a largo plazo, incluyendo la garantía de seguridad y la inversión en programas de reintegración social para las víctimas del conflicto. La falta de oportunidades económicas y la persistencia de la violencia podrían generar futuras necesidades de asistencia similar. El éxito de esta iniciativa radica en la transparencia y el acceso efectivo de los recursos a quienes verdaderamente los necesitan.