Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

El general en retiro Juan Miguel Huertas enfrenta nuevos señalamientos por falsos positivos en Antioquia, investigado por la JEP. Su pasado como capitán y supuestos nexos con disidencias FARC sacuden al Ejército.

El general en retiro Juan Miguel Huertas se encuentra nuevamente en el ojo del huracán judicial, enfrentando delicados señalamientos que lo vinculan a un escandaloso caso de "falsos positivos" en Antioquia. La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) mantiene abierta una investigación crucial sobre su rol cuando era capitán del Ejército. Esta situación se suma a otras graves acusaciones que lo relacionan con disidencias de las FARC, generando una profunda controversia en las fuerzas militares. La sombra de la duda persigue al alto oficial.

Los líos jurídicos de Huertas con la JEP son profundos y de larga data, concentrándose en su labor como oficial de operaciones del Batallón de Artillería N°4 entre 2002 y 2013. Un documento interno de la JEP destaca su vinculación al "caso 03: asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del estado". La investigación lo conecta directamente con hechos ocurridos en 2003, cuando fue exjefe de operaciones del batallón, el entonces coronel Jorge Eduardo Sánchez Rodríguez. La JEP busca esclarecer su grado de participación en estos atroces crímenes.

Este caso se centra en la ejecución extrajudicial de civiles, presentados falsamente como guerrilleros dados de baja en combate, una práctica que marcó una de las páginas más oscuras del conflicto. Aunque el general Huertas fue declarado "no máximo responsable" en el caso de falsos positivos, su proceso legal sigue activo y ha sido trasladado a la Sala de Definición de Situaciones Públicas de la JEP. Una solicitud del Ministerio de Defensa, fechada el 14 de junio de 2023, pidió a esta sala actualizar la información sobre órdenes de captura y antecedentes vigentes del general Huertas. Esto subraya la complejidad y la importancia de la investigación en curso.

Ahora, la autoridad judicial tiene la compleja tarea de resolver si el general Huertas tuvo algún grado de responsabilidad directa o indirecta en los crímenes cometidos por el batallón bajo su mando. La resolución de este proceso es fundamental para determinar si procede o no la "renuncia de la persecución penal" en su contra. Este veredicto no solo impactará el futuro legal del ex-general, sino que también enviará un potente mensaje sobre la justicia y la rendición de cuentas dentro de las fuerzas militares colombianas. La opinión pública espera respuestas definitivas en este polémico capítulo judicial.