Por: Gustavo Puentes

Una investigación ha revelado que agentes de la DEA podrían haber protegido a Marín, conocido como "Papá Pitufo", disfrutando de cenas ostentosas y noches de excesos.

La noticia sacude los cimientos de la DEA tras descubrirse que varios de sus agentes estuvieron involucrados en actividades ilícitas con uno de los narcotraficantes más buscados. "Papá Pitufo", alias de Marín, fue visto en múltiples ocasiones en compañía de agentes, compartiendo cenas lujosas y participando en fiestas privadas donde no faltaban drogas y alcohol.

Las fuentes indican que Marín y un agente no identificado de la DEA se reunían frecuentemente en locales exclusivos, donde el dinero y el poder parecían limpiar cualquier rastro de culpabilidad. Estos encuentros no solo incluían placeres caros, sino también la compañía de trabajadoras sexuales, añadiendo un nivel más de corrupción al escándalo.

La relación entre los agentes y Marín se extendió por varios años, permitiendo que "Papá Pitufo" operara con una aparente inmunidad. Los detalles de cómo se tejía esta red de protección son aún objeto de investigación, pero se sabe que las fiestas eran solo la punta del iceberg de un entramado mucho más complejo y oscuro.

Este caso plantea serias preguntas sobre la integridad de la DEA y sus métodos para combatir el narcotráfico. La implicación de sus agentes en actividades tan deleznables no solo compromete la lucha contra las drogas, sino que también mancha la reputación de la agencia, poniendo en duda la efectividad de sus operaciones futuras. Las repercusiones de este escándalo podrían ser devastadoras tanto para la lucha contra el narcotráfico como para la credibilidad de la justicia estadounidense.