Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

India ejecutó hoy una serie de ataques con misiles, denominados operación sindoor, contra lo que afirma son bases terroristas en Pakistán y Cachemira, alegando precisión en los objetivos para evitar bajas civiles.

La operación sindoor, lanzada en las primeras horas del día, ha sido descrita por el gobierno de India como un esfuerzo por desmantelar infraestructuras terroristas que amenazan su seguridad. Según fuentes oficiales, los ataques se centraron exclusivamente en nueve localizaciones estratégicas en territorio pakistaní y en la región de Cachemira administrada por Pakistán.

Sin embargo, las autoridades pakistaníes y testigos locales presentan una narrativa diferente. Aseguran que los misiles no solo impactaron en las supuestas bases, sino también en áreas residenciales, incluyendo una mezquita durante un servicio matutino. El saldo trágico de estos ataques incluye la muerte de tres personas, entre ellas un niño, y doce heridos.

El desarrollo de los hechos ha sido rápido y lleno de incertidumbre. Según reportes, los misiles fueron lanzados sin previo aviso, lo que ha generado pánico entre la población de las áreas afectadas. La comunidad internacional ha llamado a ambas naciones a la moderación, temiendo una escalada en el conflicto que podría desestabilizar aún más la región.

Este incidente no solo reaviva las tensiones históricas entre India y Pakistán, sino que también plantea interrogantes sobre la efectividad y las consecuencias de las acciones militares unilaterales en áreas densamente pobladas. La comunidad internacional observa con preocupación, esperando que este acto no desencadene una respuesta violenta que podría llevar a un conflicto más amplio.